martes, octubre 24, 2006

Oiga, Doctor

Bueno, pues acabo de llegar de que me hagan una gastroscopia y… no se la recomiendo ni a mi peor enemigo… ¡qué mal trago!... nunca mejor dicho.

Menos mal que solo fueron dos minutos, porque no aguantaba más, con ese tubarro por la boca, hurgando en el estómago, y la enfermera diciendo “tranquilo, relájate y respira”. Claro como ella puede respirar... Qué agobio, oiga.

Y cómo molan los hospitales. Es cómo ver una serie de esas, llámense Urgencias, Anatomía de Grey, Scrubs, House, Hospital General, Hospital Central, Hospitalet...
Y si te acercas a unos médicos, puedes oir sus conversaciones, clavadas a las que se ven en la tele. Yo me acerqué a un grupo y pude constatarlo:

"... entonces echas los cangrejos a la paella y..."

: P

viernes, octubre 20, 2006

American Land

"...Pay me, pay me
Pay me my money down
Pay me or go to jail
Pay me my money down.."

Aún sigo tarareando el estribillo, y va a tardar en desaparecer. ("...pay me, pay me...."). En fin...


¡Qué maravilla de concierto! ¡Qué grande el Boss! ¡Qué mote más bien puesto!.


Termina el concierto y durante unos minutos nadie se mueve, todos sobrecogidos, esperando "algo" más, a pesar de qué ya habían salido los operarios a limpiar el escenario. Luego empezamos a reaccionar, y marchar en silencio solemne hacia la salida. Si tu propia felicidad interior te lo permitía, y mirabas a los demás, veías a la gente sonriendo levemente como recordando un chiste que te contaron el otro día. Las parejas se miraban, sonreían y se besaban.
Eramos gente normal, simples mortales, a los que un dios del Rock nos había dado un poco de lo que traía para nosotros, como un Papa Nöel repartiendo sus regalos. Así que habíamos sido niños buenos... nadie se llevó carbón. El silencio solidario duró unos minutos y fue desvaneciéndose poco a poco mientras la gente murmuraba los estribillos más pegadizos de la noche. "Oohh.. oh ooooooh... oh, oh... oh ooooooh....". Que grande.


No había que ser un fan de Bruce para haber disfrutado ayer. No hay palabras para describir lo grandioso que fue. Dos horas y medias sin parar. Hay que vivirlo, no soy tan bueno con las palabras para contarlo.


Cada vez me doy más cuenta de que vivo para estos conciertos. No hay nada mejor. Y encima salgo deseando que todo el mundo hubiera estado. Cuando tus compis del curro, o familiares o amigos te preguntan "¿qué tal el concierto?", no te salen las palabras para explicarlo y acabas con un poco imaginativo "genial". Pero si te encuentras o hablas con alguien que si estuvo, no hace falta hablar, os mirais, sonreis como tontos, y empezais a tararear "... oh mary don't you weep...". Eso es amor.





"...There's diamonds in the sidewalks, there's gutters lined in song
Dear I hear the beer flows from the faucets all night long
There's treasure for the takin' for any hard working man
Who'll make his home in the American land..."

jueves, octubre 05, 2006

El delicado sonido del trueno

En el principio no había nada.

No había luz, no había sonido. Nada.

Pero Ellos decidieron que era el momento. Una luz verde atravesó la oscuridad y ese fue el inicio. Era una verde intenso, en un haz uniforme de luz, que recorría la oscuridad con movimientos caóticos.

Un sonido de viento agudo surge dónde la luz incidió, y los ecos de las voces de los elegidos se elevan y gritan.

Un sonido bajo, uniforme y armónico llena el vacio, con su constante vibrar.

Dum, dum, dum, dum...

Dum, dudum, dudum, dudum, dudum...

Otro sonido se cruza con este, es más agudo y limpio, llena el espacio, y su belleza inconstante desvaneciendose y volviendo a surgir explota en oleadas de sonidos metálicos.

Entonces, surge otro ente más, impactos de sonido, cortos, rápidos e inesperados, como tracas finales de fuegos de artificio.

Así que ahi estamos... el dudum, dudum... el sonido metálico expresando su fuerza y lástimero lamento, y la traca de impactos, surgiendo furtivamente y desapareciendo rápidamente.

Y de repente... todo vuelve a silenciarse.

Una nube suena, como un ruido blanco... timidamente.

Y el silencio empieza a distorsionarse... se distorsiona tanto, que se da la vuelta, se retuerce, gime y grita de dolor, se encoge y se aleja hasta un rincón, sollozando y asustado ante el ente que le maltrata y que se encuentra de pie ante él, mirándole furioso, y diciendole:

Uno de estos días... te voy a cortar en cachitos pequeños...

¡Y estalla el caos!

El caos ordenado y armónico de sonidos, bailando entre ellos, desatados, sin opresión, sin ligaduras.

El dudum grita de gozo, y baila feliz.

El sonido metálico, canta y gira sobre si mismo... gira, gira... y baila feliz.

Y la traca de impactos, se desata, ya no es furtiva, si no que va de cara, llenando de color y sangre a sus compañeros... y baila feliz.


Déjame decirte una cosa
Todo esto que has leído
No es nada comparado con el sonido
De algo llamado, Fluído Rosa.

lunes, octubre 02, 2006

Keep the Faith

Escuchaba la radio el viernes, mientras volvía a casa, de mi viaje a Zamora, cuando el locutor de la cadena de turno, preguntaba "¿recuerdas en qué año sonaban estas canciones?", y alli que empezó a sonar Jon Bon Jovi, y Ritchie Sambora con el Keep the Faith.

"Mmmm... 1991... 1992..." pensé yo.

¿1991, 1992?... ¡dios mio!... ¡si hace 15 años! Pero ¿qué ha pasado aqui?... ¿dónde han ido esos 15 años? ¿Qué clase de broma enfermiza es esta? Agggggggg....

Joder, como pasa el tiempo ¿no?

Parece que fue ayer, cuando escuchabamos aquel disco de Bon Jovi, acababamos el instituto, y mil cosas más.

Divagando sobre el tema, me pregunto ¿se puede considerar Keep the Faith musica moderna? ¿O ya ni eso?

Tengo un amigo de 18 años, que me imagino que para él, esto será una música de "antes", un clásico antiguo, como para mí puede ser algún clásico de Led Zeppelin o de Deep Purple. Qué relativo es todo.

El tiempo pasa, y de repente lo que era nuevo y moderno, tiene quince años, y es un clásico desfasado...

Bueno, al menos aquel genial álbum de Bon Jovi, aún se sigue escuchando. Todavía recuerdo como el Final Countdown de Europe, se consideraba desfasado sólo 5 años después. : P

Zamora y Toro

El viernes estuve en Zamora.

No conocía la provincia, mas que fugaces encuentros a 130 km/h de viaje a/desde Galicia.

Zamora en si, es una más de las capitales castellanas, me recuerda más a La Mancha, que a sus hermanas de Castilla y León. Es más grande de lo que cabía esperar, y parece tener mucha vida.

La parte moderna no llama mucho la atención, varias reseñas a encuentros y certamenes culturales, eso si. El casco antiguo ya es otra cosa. Con sus calles estrechas y adoquinadas, sus puertas de madera vieja, sus paredes añejas, sus iglesias con cigüeña incluida y su tienda anacrónica (que no falta nunca en estos lugares), en este caso, una tienda de máquinas de escribir. Ojo a la máquina registradora...


Varias iglesias en Zamora, por lo menos tres, y una catedral. Para los que les guste visitarlas. A mi con verlas desde fuera, y entrar como mucho a una, ya me es suficiente. Siempre pienso que si me quedo mucho rato dentro, en cualquier momento van a saltar las alarmas "¡¡Ateo!!...¡Ateo!..." , o el cura me va a descubrir, cual Donald Sutherland señalándome con el dedo y soltando un grito ahogado en "La invasión de los Ultracuerpos", la buena, la de Karen Black.

Antes de Zamora, estuvimos en Toro, famosa por su vinillo. Y mucho más bonita que Zamora. Donde va a parar. Muy rústica, agradable, entrañable y cuidada. Gran sitio, pardiez. No desaprovechamos el comprar una botellita de su famoso vino, claro.

"Me cago en el padre que parió a Peneke"... recuerdo del famoso monólogo de Raúl Cimas...¡ya sabemos por dónde anda ese Peneke!...


Como habíamos llevado comida campestre, paramos en una zona de descanso, y nos pusimos ciegos a filetes rusos, empanados, pollo frito frío y demás viandas, regadas con el vino de Toro. Con lo cual no probamos la gastronomía local. Una pena. Me hubiera gustado saber qué demonios era eso de "Calandracas", "Gildas" y "Pitufos surtidos"... por favor si alguien lo sabe, que me lo comente aqui... asi sabré de dónde viene la expresión "me tiemblan hasta las calandracas".

Aunque lo mejor, deben ser los espárragos: